Coches
Por qué se rompe la correa del alternador

Vamos a analizar por qué se rompe la correa del alternador, qué funciones realiza y qué tenemos que hacer para evitar que se rompa de manera imprevista.
Qué es la correa del alternador y sus funciones
Esta correa permite aprovechar el giro del motor para mover la bobina del alternador, generando una corriente eléctrica de unos 14 voltios.
El alternador está conectado a la batería de nuestro vehículo y utiliza esta corriente para cargarla, durante los períodos en los que el motor se encuentra en marcha.
En la mayor parte de los coches, la correa del alternador también mueve otros elementos mecánicos del coche, como puedan ser la bomba de agua o las poleas de la dirección asistida.
Unos pocos vehículos montan una correa exclusiva para el alternador, de manera que en la mayoría de las ocasiones, su rotura implicará la inmovilización total del vehículo.
Cuándo se debe cambiar la correa del alternador
Hay que cambiarla en los períodos indicados por el fabricante del vehículo: suele ser cada 5 años o cada 100 000 kilómetros recorridos.
Igualmente, deberemos sustituirla si observamos cuarteamientos o nuestro mecánico de confianza nos sugiere hacerlo.
Se trata de una pieza de coste inferior a los 30 euros. Cambiando en un taller la correa del alternador, el precio de la intervención técnica no superará los 100 euros en un vehículo de gama media.
Por qué puede romperse la correa del alternador
Independientemente de que sustituyamos la correa de alternador en los períodos indicados por el fabricante de nuestro vehículo, esta puede romperse por causas como las que siguen:
Correa mal colocada
Una correa colocada con un exceso de tensión estará sometida a un esfuerzo extra que puede ocasionar su rotura prematura. Además, puede dañar los ejes de los rodillos o engranajes a los que presta servicio.
Y si la correa se coloca con defecto de tensión, estará sometida a deslizamientos que también provocan un desgaste excesivo, sin contar con que puede terminar soltándose, dejando de cargar la batería e impidiendo que funcionen otros elementos como la dirección asistida o la bomba de refrigeración.
Correa con incrustaciones sólidas de suciedad
Las incrustaciones duras pueden terminar causando micropunciones que deriven en fisuras y una posterior rotura de la correa del alternador.
Rodillos o engranajes en mal estado
Si los ejes de rodillos y engranajes están torcidos, vibran u ofrecen una alta resistencia al giro, la correa está sometida a esfuerzos suplementarios, acelerándose su proceso de deterioro.
Correa reseca o cuarteada de manera prematura
Este fenómeno suele ocurrir en los vehículos que se utilizan muy poco y permanecen estacionados al sol todo el día de forma habitual.
Las altas temperaturas continuadas que alcanza el vano motor de manera ininterrumpida y repetida hacen que la correa se reseque antes. Con el tiempo, aparecerán los cuarteamientos que derivarán en rotura.
Y ahora que ya sabemos por qué se rompe la correa del alternador, no hace falta añadir que para evitar su rotura, además de cambiarla cuando lo indica el manual de mantenimiento del vehículo, conviene echarle una ojeada periódicamente para comprobar su estado.
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