Consejos
Distancia de frenado: 3 consejos prácticos

La distancia de frenado es probablemente el mayor elemento de seguridad en la conducción. La mayoría de los accidentes de tráfico, se producen por colisiones con otros vehículos o contra objetos fijos. En muchos casos, estas colisiones, producen daños en la estructura de los coches, propiedades o aún peor, graves lesiones que pueden llevar a fatalidades.
La Dirección General de Tráfico, ha hecho grandes esfuerzos de educación para concientizar a los conductores a mantener una correcta distancia de frenado.
A pesar de ser uno de los elementos que mayores fatalidades producen, el nivel de consciencia, no ha llegado a los niveles deseados por las autoridades.
Ningún esfuerzo es pequeño, es por ello por lo que queremos informarte todo lo relativo a la distancia de frenado y 3 consejos prácticos en la conducción.
¿Qué es la distancia de frenado?
En términos simples, es la distancia entre pisar el pedal del freno y que el coche se detenga por completo.
Para calcularla, debemos aplicar un poco de física. Debemos calcular dos distancias: distancia de recorrido y la distancia de reacción
Distancia de recorrido
La velocidad es una variable que se obtiene calculando la distancia recorrida por un cuerpo en un tiempo establecido. Por lo tanto, para poder calcular la distancia que recorre un cuerpo en perder la velocidad hasta llegar a 0, debemos:
Elevar al cuadrado la velocidad y dividirla entre 180. En un pequeño ejemplo, podemos visualizar de mejor manera:
(100 km/h)2 /180= 55.5 metros.
Esta distancia, se calcula en suelo seco.
Distancia de reacción
Otro elemento que debemos tener en consideración es la distancia de reacción. Esta es la velocidad de la sincronía del cerebro y las extremidades (pies y manos) desde que se percibe el obstáculo hasta que se acciona el freno o se gira el volante.
Esta puede ser una variable de la velocidad y evidentemente se desvirtúa en función de factores incapacitantes como el alcohol, drogas, uso del móvil, etc.
Para calcular la distancia de reacción, debemos multiplicar por 3, los primeros 2 dígitos de la velocidad. En nuestro ejemplo sería:
100 km/h= 10×3= 30 metros.
Para estimar la distancia de frenado, en circunstancias “normales”, debemos sumar ambas distancias: de recorrido y de reacción.
En el ejemplo, será: 55.5+30= 85 metros.
Esta es la distancia que recorrerá el coche, desde que percibimos un obstáculo y detenemos el coche por completo.
Estas distancias, son calculadas sin factores contaminantes como suelo mojado o impedimentos de reacción en el conductor.
Para salvaguardar nuestra seguridad, nuestra familia y la de los demás conductores o peatones, debemos seguir unos pequeños consejos.
3 consejos para mejorar la distancia de seguridad
1. Respetar los límites de velocidad
A 100 km/h, un coche puede recorrer hasta 27,7 metros en un segundo. Por lo tanto, si estimamos que la distancia de reacción y de recorrido es de 85 metros, cada segundo que tardemos en frenar, puede añadir casi 28 metros más al recorrido.
Se ha calculado que la distancia de frenado de un coche sobre suelo seco a 130 km/h, solo 10 kilómetros por encima del límite legal, es de 133 metros, es decir, 43 metros más que a 120 km/h.
2. Aumentar la distancia entre coches
La DGT, establece una distancia segura entre coches a diferentes velocidades. Establece la regla del cuadrado, es decir, se debe elevar al cuadrado el primer dígito de la velocidad permitida para calcular la distancia. Veamos varias situaciones:
Zonas de:
- 30 km/h= 9 metros
- 50 km/h= 25 metros
- 90 km/h= 81 metros
- 100 km/h= 100 metros
- 120 km/h: 144 metros
Esto, permite tener la suficiente distancia de maniobra y frenado, lo cual debe incrementarse en situaciones de lluvia, niebla, suelo mojado u otras condiciones especiales.
3. Los 5 sentidos en la carretera
La distancia de frenado puede alterarse por un aumento en el tiempo de reacción del conductor. A 100 km/h, un segundo puede incrementar la distancia de frenado en casi 30 metros.
Por ende, distracciones de todo tipo como el móvil, GPS, radio u otro factor que distraiga de la atención a todos los elementos de la vía, puede ser la diferencia entre un susto y un accidente.
Se debe conducir con los mínimos factores de distracción y con los 5 sentidos puestos en la vía. Además de esto, los conductores más experimentados, desarrollan lo que se llama el 6to sentido de la conducción.
No es más que la previsión de eventos que pueden requerir un frenado de emergencia. La forma de conducción del coche delantero, la proximidad a zonas escolares, lluvias espontáneas u otros elementos.
Es importante que siempre prestemos nuestra máxima atención a todo lo que nos rodea y recordar que nuestra seguridad va interconectada con la de los demás.
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